El dolor que abarca desde la parte superior de la espalda hasta la zona alta del cuello se denomina Cervicalgia. Estos dolores generalmente desaparecen en unos pocos días o incluso semanas. Con el presente artículo aprende a diferenciar los síntomas y causas de esta lesión y el tratamiento personalizado que te ofrece FisioClinics Barcelona.
¿Qué es la Cervicalgia?
La Cervicalgia es un término genérico que se usa para describir el dolor en el cuello o la parte superior de la espalda. El cuello es el área entre la protuberancia occipital, la primera vértebra torácica y la región del músculo trapecio desde el hombro. El dolor de cuello generalmente se irradia hacia la parte posterior de la cabeza (donde también puede causar dolores de cabeza) o en los brazos.
Se puede clasificar el dolor de cuello según la duración de su existencia, el dolor agudo es el dolor de cuello que puede durar hasta tres semanas. Cuando se vuelve a detonar después de un mes sin síntomas, incluso repetidamente, se le llama recurrente. Si el dolor de cuello persiste durante más de unos tres meses, se considera crónico.
¿Cuáles son los síntomas de la Cervicalgia?
Existen diferentes síntomas asociados con la Cervicalgia, los que podemos destacar son los siguientes:
- Dolor en el cuello.
- Espasmos musculares en las regiones cervicales y preescapulares.
- Rigidez de cuello y espalda.
- Dolor de muñeca y hombro.
- Entumecimiento en las manos.
- Dolor de cabeza.
- Hormigueo persistente en las manos o piernas.
- Hormigueo en el cuello.
- Mareo.
¿Qué causa el Dolor de Cuello?
La causa más común de dolor agudo de cuello es debido a contracturas o tensiones musculares. Por lo general, surgen porque desequilibrios musculares ocasionado por las malas posturas constantes, como cuando se está encorvado delante de la pantalla del computador, haciendo llamadas con un teléfono inclinando el cuello y presionando el teléfono con el hombro, tocando en los teclados colocados de manera desfavorable, estas acciones sobrecargan los músculos individuales del cuello.
El estrés mental puede promover el dolor de cuello y ocasionalmente desencadenar por sí solo este malestar. Además el dolor de cuello puede aparecer como resultado de:
- Desgaste en el sistema musculoesquelético, por ejemplo en cuerpos vertebrales (espondilosis), cartílago de disco (condrosis), discos intervertebrales (hernias discales) y vértebras (osteocondrosis), artrosis de articulaciones vertebrales pequeñas (espondiloartrosis) o articulaciones de hombro (artrosis de hombro).
- Trastornos musculoesqueléticos tales como enfermedades reumáticas por ejemplo la artritis reumatoide.
- Enfermedades internas y metabólicas, por ejemplo, osteoporosis, raquitismo.
- Lesiones traumáticas como síndrome de latigazo, huesos fracturados, ligamentos desgarrados, daños en los discos, lesiones de la médula espinal entre otros.
- Proceso inflamatorios en la región.
- Enfermedades neurológicas, como parálisis nerviosa, calambres musculares incontrolables y persistentes.
- Fibromialgia.
Los factores de riesgo que pueden aumentar la probabilidad de la aparición de Cervicalgia son: el sobrepeso, el embarazo, el trabajo físico, la edad y el estrés crónico. De particular importancia son también los factores psicosociales, como la ansiedad y la tendencia a los estados de ánimo depresivos.
¿Cómo se realiza el diagnóstico médico de la Cervicalgia?
Para descartar la posibilidad de otras lesiones asociadas, como tendinopatías y bursitis en el hombro o síndrome del túnel carpiano, es importante una buena evaluación y diagnóstico diferencial al momento de evaluar una posible Cervicalgia.
Para el diagnóstico de la Cervicalgia es preciso realizar una historia clínica completa de la sintomatología cervical. Se debe realizar una exploración clínica que incluya valoración de la postura, movilidad cervical y zonas dolorosas, así como evaluación de la función de nervios y músculos en brazos y piernas.
Con radiografías simples se pueden ver las vértebras cervicales y realizar un diagnóstico, que a menudo permite determinar la causa de dolor cervical y prescribir un tratamiento adecuado.